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8 tipos de riesgos en las operaciones hoteleras y cómo gestionarlos

Gestionar un hotel no es solo asegurarse de que las habitaciones estén limpias, que el desayuno huela bien y que el wifi no se caiga justo cuando un influencer quiere subir una story. Detrás del glamour, hay riesgos de todo tipo: financieros, operativos y reputacionales. En este artículo vamos a desgranar los distintos tipos de riesgos que acechan a los hoteles y cómo gestionarlos de forma efectiva.

Índice de contenidos

¿En qué consiste la gestión de riesgos de un hotel?

La gestión de riesgos es básicamente el arte de anticipar problemas antes de que se conviertan en incendios -a veces literalmente- dentro de tu hotel. Se trata de un proceso sistemático que incluye identificar, evaluar, controlar y monitorear todos esos eventos (internos o externos) que pueden arruinar las operaciones, la reputación o la cuenta de resultados.

En otras palabras: no es esperar que pase la tormenta, sino salir con paraguas y botas de agua.

La gestión de riesgos en hostelería implica:

  • Predecir lo que podría ir mal (y lo que ya está yendo mal).
  • Evaluar la probabilidad de que ocurra y el impacto si ocurre.
  • Poner medidas para eliminar, minimizar, transferir o aceptar ese riesgo.
  • Revisar periódicamente, porque los riesgos cambian: nuevas tecnologías, regulaciones o simplemente cambios en las expectativas de los huéspedes.

Ejemplos hay muchos y muy variados:

  • Un corte de luz en pleno agosto que deja a los huéspedes sudando en la habitación.
  • Una huelga de transporte que provoca llegadas tardías y cancelaciones masivas.
  • Ese cliente que graba un TikTok mostrando una cucaracha en el buffet y lo hace viral.

Lo importante es que, aunque no podemos evitar que ocurran, sí podemos estar preparados para responder rápido y minimizar el impacto.

En qué consiste la gestión de riesgos de un hotel

Los distintos tipos de riesgos en las operaciones hoteleras

La vida de un hotel está llena de sorpresas, y no siempre del tipo "champán en la habitación". Los riesgos operativos acechan en cada esquina, y conocerlos es el primer paso para poder gestionarlos. Aquí tienes una lista con los más comunes (y temidos) en el sector:

1. Riesgos operativos

Fallas en la infraestructura, errores en reservas, intoxicaciones alimentarias, escasez de personal, cortes de agua o electricidad. En otras palabras, todo aquello que interrumpe el día a día del hotel. Un ascensor atascado en pleno check-out: caos asegurado.

2. Riesgos financieros

Subidas de costes de suministros, inflación, temporadas bajas inesperadas o cancelaciones masivas. Un resort que depende demasiado de una sola temporada puede quedarse tiritando el resto del año.

3. Riesgos reputacionales

Basta una mala reseña viral para echar por tierra meses de buen trabajo. Un ejemplo clásico: el huésped que encuentra un pelo en la sopa y decide compartirlo con medio millón de seguidores en Instagram.

4. Riesgos regulatorios y legales

Normativas sanitarias, laborales, de accesibilidad o de protección de datos. No cumplirlas puede traer multas y sanciones. Y ya sabes, nada espanta más a un director de hotel que la frase: "ha llegado una inspección sorpresa".

5. Riesgos de seguridad y salud

Accidentes de clientes o empleados, incendios, plagas, problemas de higiene alimentaria… El clásico resbalón en el lobby puede terminar costando mucho más que la alfombra que habría evitado la caída.

6. Riesgos tecnológicos y de ciberseguridad

Hackeos de sistemas de reservas, robo de datos de tarjetas de crédito, fallos en el software de gestión. Un ataque informático puede generar pérdidas millonarias y dañar la confianza.

7. Riesgos ambientales y desastres naturales

Huracanes, inundaciones, terremotos o incendios forestales. La naturaleza no pide permiso para arruinar la ocupación.

8. Riesgos estratégicos

Decisiones equivocadas sobre inversión, remodelación o expansión. Por ejemplo, gastar millones en un spa de lujo justo cuando los clientes empiezan a preferir experiencias locales auténticas en lugar de tratamientos con burbujas de oro.

Los distintos tipos de riesgos en las operaciones hoteleras 

¿Cómo gestionar efectivamente los riesgos en un hotel?

Saber cuáles son los riesgos es solo la mitad de la batalla. La otra mitad es gestionarlos, y aquí es donde un buen plan convierte a un hotel en un barco firme en plena tormenta. Estas son diez estrategias clave:

  1. Mapear riesgos y evaluarlos
    Reúne a tu equipo (recepción, housekeeping, mantenimiento, F&B…) y haz una lluvia de ideas: ¿qué puede fallar? Luego clasifícalos según probabilidad e impacto. Ejemplo: un corte eléctrico en pleno verano en Málaga tiene más papeletas que una nevada en Cancún.
  2. Diseñar protocolos de contingencia
    Ten un "manual de crisis" claro: incendios, caídas del sistema, intoxicaciones alimentarias, cancelaciones masivas. Y haz simulacros. Mejor que tu equipo sepa actuar antes de que el lobby parezca un episodio de Supervivientes.
  3. Capacitar al personal
    La formación no debería ser una diapositiva olvidada en el onboarding. Cursos prácticos y repetidos son clave: desde higiene alimentaria hasta ciberseguridad. Un recepcionista que sabe detectar un correo de phishing puede salvarte de un hackeo.
  4. Aprovechar la tecnología
    Sistemas de mantenimiento preventivo, herramientas de monitorización de reputación, alertas automáticas de reservas… Todo suma. Y, por supuesto, un buen PMS centraliza datos y operaciones para que el hotel no dependa de Excel milagrosos ni de la memoria del jefe de recepción.
  5. Seguros adecuados
    Sí, cuestan dinero, pero cuestan menos que una demanda o un incendio. Responsabilidad civil, ciberseguros, daños a la propiedad… más vale prevenir que hipotecar.
  6. Cumplimiento normativo
    Mantente al día con leyes locales e internacionales (laborales, sanitarias, de datos). Una auditoría interna anual puede evitarte esa visita sorpresa que hace sudar hasta al gerente más zen.
  7. Revisión continua
    Los riesgos cambian tan rápido como las modas en decoración hotelera. Lo que hoy es improbable, mañana puede ser tu peor pesadilla. Haz revisiones periódicas, ajusta planes y no dejes que el manual de riesgos coja polvo en un cajón.
  8. Cultura de prevención
    La gestión de riesgos no es solo tarea de la dirección. Si la camarera de pisos detecta un cable suelto, debe sentirse libre de reportarlo. Un hotel donde todos participan en la prevención es un hotel más seguro y eficiente.

¿Qué puede hacer Mews para ayudarte a gestionar los riesgos de un hotel?

Aquí es donde la tecnología entra al rescate. Porque por muy bien entrenado que esté tu equipo, sin las herramientas adecuadas la gestión de riesgos puede convertirse en una partida de Tetris imposible. Y ahí es donde Mews marca la diferencia:

  • Centralización de operaciones
    Con un PMS moderno como el de Mews, tienes una visión global de reservas, cancelaciones, check-in, check-out, housekeeping y mantenimiento. Todo en un solo lugar, evitando errores humanos y pérdidas de información.
  • Alertas y automatización
    Configura avisos para que tu equipo se entere al instante si suben las cancelaciones, bajan las reservas directas o se disparan las quejas. Cuanto antes detectes el problema, antes puedes reaccionar.
  • Mantenimiento preventivo conectado
    El PMS puede integrarse con sistemas de mantenimiento para programar revisiones y reportar incidencias en segundos. Así evitas que una pequeña fuga en la caldera termine con huéspedes tomando duchas frías (y dejando reseñas calientes).
  • Análisis y datos en tiempo real
    Mews convierte datos en insights: desde ocupación y revenue hasta reputación online. Esto ayuda a prever riesgos financieros, dimensionar plantilla o incluso ajustar precios antes de que el mercado te dé un susto.
  • Gestión de ingresos y canales
    Con Mews puedes equilibrar tus canales de distribución, impulsar reservas directas y optimizar tarifas dinámicamente. Eso significa menos dependencia de OTAs y menos exposición a riesgos financieros.
  • Cumplimiento y seguridad
    La plataforma te ayuda a documentar protocolos, registrar limpiezas, gestionar accesos y proteger los datos de los clientes con altos estándares de seguridad. Evitas riesgos legales y de ciberseguridad.
  • Escalabilidad flexible
    Ya sea que abras un nuevo hotel, amplíes servicios o rediseñes espacios, Mews crece contigo. Así tu tecnología no se queda obsoleta en plena expansión.

En resumen: Mews no elimina los riesgos (ojalá pudiéramos), pero sí te da visibilidad, control y velocidad de reacción para que dejes de apagar fuegos y empieces a prevenirlos.

Conclusión

En hostelería, los riesgos nunca desaparecen: cambian de forma, se disfrazan y aparecen cuando menos los esperas. Con preparación y la ayuda de Mews, el caos deja de ser un enemigo y se convierte en rutina controlada. Porque en este sector no gana el que nunca tropieza, sino el que aprende a caer con estilo.

Descarga nuestra guía "10 formas de gestionar la escasez de personal"

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