En mis primeros meses trabajando en recepción, pensé que comunicar era simplemente atender el teléfono y sonreír. Hasta que un día, durante la temporada alta, una confusión en una reserva VIP y una promoción mal coordinada en redes sociales nos dejaron al borde de un ataque de nervios. La escena parecía sacada de una comedia: huéspedes enfadados, compañeros estresados y teléfonos que no paraban de sonar. Entendí entonces que, sin un plan de comunicación, lo que tienes es una colección de buenas intenciones... y mucho caos.
Hoy vamos a descubrir cómo diseñar un plan de comunicación de un hotel que no solo evite incendios, sino que cree experiencias memorables para tus huéspedes.
Índice de contenidos
¿Qué es un plan de comunicación de un hotel?
Un plan de comunicación de un hotel no es ese manual aburrido que firmas y olvidas en un cajón junto a los folletos de proveedores. Es el alma del hotel que hace que todo fluya: desde el "buenos días" medio dormido en la recepción hasta ese post espontáneo en Instagram que saca sonrisas.
Cada interacción en tu hotel comunica algo, te des cuenta o no. Desde la sonrisa (o su ausencia) en recepción hasta ese email de confirmación que debería sonar cercano y no como una factura de impuestos.
Un plan de comunicación de hotel es justo eso: decidir qué vas a decir, cómo lo vas a decir y, sobre todo, qué quieres que sientan tus huéspedes después de escucharte. No hablamos de grandes discursos ni de frases copiadas de películas. Hablamos de coherencia, de sentido común, de pequeños gestos que, sumados, construyen una gran impresión.
Parece simple. No lo es tanto. Pero cuando logras que todo el hotel hable el mismo "idioma", pasan cosas buenas: los huéspedes se sienten a gusto. Y los que se sienten a gusto... repiten.
Guía paso a paso para diseñar un plan de comunicación para hoteles
Diseñar un buen plan de comunicación para tu hotel no es cosa de un día ni de un golpe de suerte. Es algo que se cuece a fuego lento, como un buen estofado. Hay que conocerse, tener claras las metas y, sobre todo, saber cómo hablarle al huésped sin sonar como un robot de promociones.
Vamos a ver, paso a paso, todo lo que necesitas para que tu hotel no solo hable... sino que enamore desde el primer "hola" hasta el último "vuelva pronto".
Analiza tu situación actual
Antes de lanzarte a conquistar corazones, tienes que saber desde dónde partes. ¿Qué dicen los comentarios en Google? ¿Tus redes sociales respiran vida propia o están pidiendo a gritos algo de atención?
En mi primer trabajo, recuerdo cómo revisábamos las opiniones una vez al mes (cuando alguien se acordaba). Error. Hoy existen herramientas como ReviewPro o simplemente Google Alerts que te permiten escuchar de verdad a tu cliente.
Define tus objetivos con sentido común
Antes de lanzarte a conquistar el mundo hotelero, necesitas tener claros tus objetivos. Y no, "ser el mejor hotel del universo" no cuenta como objetivo realista. Soñar está bien, pero en comunicación necesitamos aterrizarlo.
Piensa en metas concretas y alcanzables, de esas que puedes medir sin tener que adivinar. Por ejemplo:
- Aumentar un 20% el engagement en Instagram en seis meses.
- Mejorar en un punto la puntuación media en TripAdvisor.
- Incrementar en un 15% las reservas directas desde tu web.
Tener objetivos claros te da foco. Sabrás si lo que publicas, lo que dices y lo que haces está ayudando a acercarte a esa meta o si simplemente estás llenando espacios. Porque comunicar por comunicar es como cocinar sin receta: puede salir bien... o puede acabar en desastre.
Conoce a tu audiencia (y de verdad)
Hablarle a todo el mundo es como disparar flechas con los ojos vendados: puede que aciertes, pero lo más probable es que termines desorientado.
Piensa: ¿qué tipo de huésped quieres conquistar? ¿Familias que buscan actividades para niños y desayunos XXL? ¿Parejas que sueñan con desconexión total? ¿Ejecutivos que necesitan café, WiFi potente y cero dramas?
Dales forma, ponles nombre si quieres. Nosotros en un hotel de montaña teníamos "Clara", la ciclista vegana amante del desayuno orgánico, y "Luis", el viajero de negocios que pedía siempre la habitación más silenciosa.
Cuanto mejor conozcas a tu público, más fácil será hablarle en su idioma, ofrecerle justo lo que quiere, y lograr que sienta que tu hotel fue diseñado pensando en él.
Elige tus canales con cabeza
No intentes estar en todas partes a la vez. Mejor dominar unos pocos canales que estar perdido en todos:
- Instagram: para mostrar el alma visual de tu hotel.
- LinkedIn: si apuestas por eventos corporativos.
- Blog: para mejorar tu posicionamiento y contar tu historia.
- Email marketing: para mantener el contacto (pero sin ser pesado).
Cada canal tiene su momento y su estilo. Dominar la comunicación en hostelería implica entender qué mensajes funcionan mejor en cada espacio y cómo adaptarlos sin perder la esencia de tu marca. Un buen plan de comunicación sabe aprovecharlos todos de forma estratégica.
Define tu tono y estilo
¿Tu hotel es relajado y bohemio o sofisticado y elegante? La personalidad de tu hotel debe respirar en cada mensaje, desde el "Hola" en la recepción hasta el pie de página en tus emails.
Si en redes sociales pareces una marca de lujo, pero en la recepción eres más informal que una cena de amigos, algo chirría. La coherencia crea confianza.
Planifica tu contenido
Publicar de forma improvisada suele terminar en posts aburridos, tipo "¡Última habitación disponible, reserva ya!", repetidos semana tras semana. Y eso, sinceramente, no emociona a nadie.
Para evitarlo, crea un calendario editorial que te permita ser constante y, sobre todo, relevante:
- Alterna temáticas: gastronomía local, eventos cercanos, entrevistas a huéspedes.
- Aprovecha fechas especiales: verano, Navidad, Semana Santa.
- Varía formatos: fotos, vídeos, artículos, newsletters.
Una buena planificación no solo ahorra tiempo, también potencia la creatividad. Y el contenido útil, divertido o emotivo, siempre conecta mejor con los viajeros que están soñando con su próxima escapada.
Además, si quieres profundizar en cómo el marketing digital puede ayudarte a atraer y retener más huéspedes, no te pierdas nuestro artículo sobre las mejores estrategias de marketing digital para redes sociales. Encontrarás ideas frescas para potenciar tu visibilidad online y fomentar las reservas directas.
No olvides la comunicación interna
Un día, un huésped me preguntó con una sonrisita cómplice: "¿Todavía tenéis esa cena romántica tan top que vi en vuestra web?". Y yo, con cara de "me acabo de enterar", balbuceé algo que ni yo entendí. Oportunidad perdida y una lección grabada a fuego: la comunicación interna no es un extra, es supervivencia.
Cuando los departamentos no hablan entre sí, el caos asoma la cabeza. Recepción promete algo que cocina desconoce. Eventos lanza promociones que nadie comunica a reservas. Y el huésped, por supuesto, lo nota enseguida.
No basta con sonrisas y buenas intenciones. Desde recepción hasta el último rincón de housekeeping, todo el mundo tiene que estar al día: promociones, eventos, cambios de horario, pequeños detalles que marcan la diferencia.
Porque un equipo bien coordinado no solo evita líos. También transmite esa sensación de confianza que hace que el huésped se relaje, confíe y, lo más importante, quiera volver.
Ten un plan para gestionar crisis
Tarde o temprano pasa: un huésped enfadado porque su habitación no tiene vistas al mar (aunque estemos en Madrid), un corte de luz que parece salido de una película de terror, o una confusión en las reservas que convierte la recepción en un campo de batalla. Cosas del oficio.
Prepárate:
- Define quién habla y cómo.
- Ten mensajes base listos para situaciones típicas.
- Responde rápido, con empatía y honestidad.
Una buena gestión de crisis puede convertir una mala experiencia en una reseña positiva.
Mide, evalúa y ajusta (sin obsesionarte)
No se trata de revisar estadísticas como si fueras un robot. Se trata de entender qué funciona, qué no, y ajustar en consecuencia.
- ¿Tus posts de Instagram generan interacción o bostezos?
- ¿El blog atrae tráfico o lo ignoran como al folleto de seguridad en los aviones?
- Corrige lo que no funcione, potencia lo que sí, y no tengas miedo de experimentar.
Conclusión
Un buen plan de comunicación no hace ruido. Hace eco. No se trata de hablar más alto. Se trata de decir lo justo y que cale. Porque al final, los huéspedes no recuerdan las campañas de marketing ni los discursos perfectos. Recuerdan cómo se sintieron.
Así que empieza hoy, aunque sea con pasos pequeños. Un email mejor escrito. Una reunión semanal entre equipos. Una respuesta más humana en redes sociales. Esos pequeños ajustes son los que, sin que te des cuenta, convierten a un hotel normal en un lugar al que siempre quieren volver.
Como decía una compañera de recepción: "No vendemos camas, vendemos momentos."

Autora
Agustina Lagos
After 25 years working in hotels, Agustina now lends her expertise to the world of hospitality copy. When she's not crafting copy, she's travelling at any cost. And with her trusty pup Bruna by her side, she's always on the go, no matter the exhaust!

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